En los últimos tiempos venimos oyendo, cuasi de forma machacona, las palabras “populismo y ocurrencias” a tertulianos, políticos y empresarios, como si fueran armas arrojadizas. Dado el espacio y el tiempo en las que se utilizan viene bien plantearnos cual es su significado en este contexto.
La palabra “populismo” parece ser que tiene su origen en la antigua Roma, definida como una forma de ejercer la política; en las enciclopedias actuales se define en el mismo sentido pero matizándonos la existencia de una doble lectura: una positiva y otra negativa o peyorativa. Su lectura positiva la define como un sistema donde el poder recae en el pueblo y lo curioso es que es utilizado tanto por progresistas como por conservadores. En la lectura negativa o peyorativa se utiliza en discursos demagógicos, en los cuales se apela a los miedos y aspiraciones del pueblo como medio para ganarse su confianza con el único fin de preservar o llegar al poder.
La palabra “ocurrencias” tiene un significado más simple: “Idea inesperada o pensamiento original que tiene una persona, dicho o hecho gracioso e ingenioso de una persona”; pero de igual forma, dependiendo del contexto en el que se utiliza, igual que la anterior, puede tener una lectura positiva o negativa.
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