En este municipio las cosas andan
tan despacio que no tienes la certeza de que si estás en el alumbramiento lo puedas estar para recoger sus frutos; sí,
me refiero a “las cosas de palacio”.
Inversiones
millonarias que deciden los grupos de gobierno, como no podía ser menos,
decisiones que sin temor a equivocarme se toman con nocturnidad y alevosía pues
obvian la participación y el debate en la toma de decisiones, así nos va.
Inclusive podríamos decir que impera el interés partidista antes que el
general, (lógicamente esto es una ingenuidad), formas y maneras que han de
erradicarse para evitar situaciones como las que acontecen y que sufren los de
siempre.
Conozco
el devenir de este consultorio desde sus inicios allá por 1990, fechas en las
que el consistorio debería haber habilitado el solar preciso para su
construcción, cosa que no ocurrio hasta el 2007 dada la presión vecinal y la
pérdida inminente de la partida presupuestaria del gobierno para su
financiación, recuperada in extremis, casualmente coincidiendo con periodo
electoral. Transcurre el tiempo y, a finales del 2009 más de lo mismo, otra vez
peligran los dineros necesarios, en esta
ocasión echamos las culpas al papeleo.
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